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Encontrar la paz dentro de los pedazos rotos

por Simranjeet Kaur

 


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violencia sexual, violencia

 

Encontrar la paz dentro de los pedazos rotos – Sanar el trauma con el yoga y la meditación es un libro sobre la violencia sexual y la curación a través del Kundalini Yoga. He creado este libro para ofrecerte ideas, conocimientos e inspiración que te ayuden a tomar tus propias decisiones y a realizar el trabajo de curación de forma eficaz y compasiva.

La curación es esencial. Requiere esfuerzo y resistencia, pero es enriquecedor y una fuente de inmenso placer. Las personas que han aprendido a curarse a sí mismas recurriendo a la fuerza de su ser interior son seres exitosos y creativos que se abren camino en la vida y siguen su corazón y su destino. Cuando se trata de violencia sexual, la curación completa es vital para que las heridas y las cicatrices no se apoderen de tus pensamientos, tu identidad y tu vida. Personalmente puedo decir que deseo de todo corazón que se cure bien.

He dividido el libro en tres secciones, cada una de las cuales abarca un aspecto útil del proceso de curación. Las secciones incluyen experiencias de la vida real e información relacionada, como los casos en los que he trabajado y el papel de la ley en el proceso. La primera sección comparte la información clave que necesitas saber si has sufrido o has sido testigo de violencia sexual. La segunda sección comparte la filosofía yóguica básica detrás del Kundalini Yoga. La tercera sección, la más sólida, presenta conjuntos y meditaciones de Kundalini Yoga, que he seleccionado a partir de cinco años de práctica personal como base para tu propio programa de 40 días. Al utilizar las meditaciones y prácticas de forma constante durante 40 días, el cambio se produce.

Estas herramientas pueden darte acceso a la conciencia divina dentro de ti y ponerte en un camino firme hacia la recuperación, la transformación y la curación. Es mi intención guiarte a través de un viaje desde el interior, y considero que esto es nada menos que tu viaje divino y sagrado que merece reverencia y respeto por ti mismo y por los demás. Este programa puede ayudarte a construir una vida que te guste y de la que te sientas orgulloso, y a tener muchas alegrías practicando en el camino. Sé que este tipo de experiencia puede darte la confianza y el deseo de continuar con este viaje por tu cuenta.

 

 

DECIR NO AL TRAUMA Y AL ESTRÉS CRÓNICO

Toda la vida es comunicación. Todo lo que hacemos es también una comunicación con el universo, al igual que todo lo que ocurre en nuestras vidas es una forma de que el universo se comunique con nosotros. Un mensaje que recibí de mi propia experiencia de vida es: La vida es siempre preciosa en todas sus formas, y hay un propósito divino detrás de todo lo que sucede, incluso cuando nos enfrentamos al trauma de la violencia sexual. Este mensaje se convirtió en mi creencia y en la base de mi curación. Me ayudó a superar el trauma y el estrés traumático secundario que yo misma sufrí por mi anterior trabajo como detective de delitos de violencia sexual.

Como oficial de policía, he visto el peor lado de la humanidad. Me han escupido y me han maltratado rutinariamente física y verbalmente. Algunos de los abusos iban dirigidos a mí y a mi familia. He tratado con niños que han sufrido graves abusos sexuales, con cadáveres ensangrentados en accidentes de tráfico mortales, con víctimas del racismo, la homofobia y la violencia doméstica, con padres que acunan a sus hijos muertos, con víctimas de asesinatos, con personas que se suicidan o se autolesionan. A lo largo de 30 años de servicio, he recuperado numerosos cadáveres con dignidad, para que las familias pudieran encontrar la paz en el regreso de un ser querido. Día tras día, fui testigo de horribles escenas que, por suerte, la mayoría de la población sólo lee. He salvado vidas y también he visto cómo se me escapaba la vida.

Los efectos del traumatismo varían en intensidad y combinación. Se expresan en dificultades continuas, a menudo enmascaradas con depresión, dolor, ira, retraimiento y, finalmente, agarrándose a la vida. Los síntomas pueden aparecer primero físicamente, en el sistema digestivo, o mentalmente, con un cambio en el estado de ánimo: ya no es el mismo alegre, feliz y social. Las emociones se disparan repentina e intensamente sin razón aparente. Sobre todo, los efectos del trauma pueden llegar al sistema nervioso, que puede agravarse con emociones de lucha o huida, manifestándose en estallidos de ira, momentos de llanto intenso, hipervigilancia, percepción sensorial aguda y reacciones extremas a pequeñas sensaciones del entorno. También puede afectar a las terminaciones nerviosas del cerebro y a la capacidad de procesar información. Estas reacciones también son muy comunes en los veteranos de guerra, las víctimas de otros delitos violentos y los enfermos de TEPT. Una reacción común en todas las víctimas para reducir la posibilidad de miedo y dolor es adoptar patrones de evitación, como restringir los movimientos y la exposición a situaciones que despiertan recuerdos y sentimientos.

Cuando estamos traumatizados, nos acobardamos. Nos cerramos en lugar de abrirnos. Esto crea una espiral de acción y reacción interminable, que se mueve entre el miedo, la culpa y la venganza, y/o la depresión, la pena y el retraimiento. Cada trauma que queda sin procesar forma una especie de exoesqueleto que nos protege de las cosas que tememos. La historia del trauma suele estar tan firmemente asentada en nuestro cuerpo y en nuestro subconsciente que esas experiencias se convierten en los cimientos de nuestras creencias, cableándose en la fibra de nuestros músculos, órganos y sistema nervioso. Nuestro cuerpo se aferra a esa reacción inicial y continúa restringiéndonos de manera sutil. Empezamos a gestionar nuestras emociones basándonos en el miedo, como si nos estuviéramos preparando para el próximo desastre. 

Necesitamos formas de acceder a nuestros propios espacios interiores y a nuestra autenticidad para poder acceder al trauma, reconocerlo y empezar a sanar, respondiendo al mundo con apertura y receptividad. Cuanto más podamos reducir el estrés, más fácil será abrirnos y conectarnos al reino del espíritu, de la posibilidad infinita, conectar con nuestra intuición y sentir la expansión. Podemos volver a abrazar el mundo, gestionar nuestras emociones conscientemente y avanzar hacia una vida construida sobre la bondad y la generosidad. Es un poder maravilloso y una verdadera fuerza. El yoga y la meditación pueden crear una especie de avance al crear un espacio para que la mente despeje la oscuridad, se tranquilice y vuelva a tener una sensación de seguridad dentro de uno mismo. El yoga y la meditación también ayudan en la única cosa que controlas por completo: tu relación contigo mismo. Eso aporta cierta simplicidad al proceso de curación, incluso cuando la historia del trauma parece compleja.