Al practicar Kundalini Yoga, siempre nos cubrimos la cabeza con un paño natural, como el algodón. Puede ser un pañuelo, una gorra, una envoltura, un turbante o cualquier estilo que cubra el pelo y la cabeza. Esto se hace por reverencia a las enseñanzas, pero también es una tradición profundamente arraigada en la tecnología yóguica.

A través del Kundalini Yoga, el practicante se entrena para tomar conciencia de las energías sutiles y dominarlas. Yogi Bhajan enseñó que el pelo está vivo y tiene una importante función energética, regulando la energía solar en el sistema corporal. Al cubrir la cabeza, la energía generada por la práctica queda contenida en su interior. Estabiliza la energía y permite que se acumule en la región de los chakras sexto y séptimo.

El sexto chakra se encuentra en el punto del tercer ojo, el punto entre las cejas, que es la sede de la intuición. El séptimo chakra está en la parte superior de la cabeza y es la conexión con la conciencia superior. Al contener la energía generada durante la práctica, estabiliza el sistema nervioso y abre la intuición.

Esto es lo que dijo Yogi Bhajan en 1997:

"No pedimos que todo el mundo se ate un turbante, lo que pedimos es que los profesores al menos se cubran la cabeza. Antiguamente, en cualquier  [tradition]El cristianismo, el judaísmo y el islamismo se cubrían la cabeza. Dios ha dado el pelo humano en sus cabezas para un propósito. El cabello es una proteína pura, una proteína pura y pesada. Tu materia gris y esta proteína pura y pesada están conectadas. Este manojo de pelo protege los centros solares en tu cráneo. Si no le das ningún valor, ve y córtatelos, no pasa nada. Si te afeitas la cabeza, no pasa nada; pero el calibre de tu intuición cambiará. Así que lo que queremos, cuando una persona invoca a la Divinidad, es que se cubra la cabeza. Alguien preguntó: '¿Qué debo hacer? Estoy en una estación de esquí. ¿Puedo ponerme un gorro de esquí? No le estoy diciendo que se cubra la cabeza con un bloque de madera, le estoy diciendo que se cubra la cabeza con cualquier cosa a su alcance que pueda cubrir. Me parece bien".  

Cubrirse la cabeza proporciona una sensación de contención y concentración al realizar cualquier práctica o trabajo que requiera claridad de pensamiento. Ayuda literalmente a “mantener la cabeza” en su sitio.