Los yoguis kundalini afroamericanos consideran que el acceso al yoga es una cuestión de derechos civiles.
La interseccionalidad es el lugar en el que se cruzan, interactúan y se multiplican a la fuerza múltiples sistemas externos de discriminación y opresión interiorizada.Lo que llamamos justicia social y lucha por los derechos civiles, tiene una historia y una praxis milenaria, arraigada en las culturas de la tradición. Si exploramos el movimiento por los derechos civiles y la justicia social a través de nuestra comprensión del yoga, surge el guerrero interior por el cambio social.
El autocuidado es un elemento clave para la liberación de uno mismo y de los demás.
Si asana significa “asiento cómodo”, y muchas asanas son incómodas al principio, pero se vuelven cómodas con la práctica, también crece tu habilidad para enfrentarte a los sistemas de opresión.
Como profesional del yoga, ¿puedes acceder a los músculos para la resistencia encarnada? Se trata de un Siddhi o poder espiritual para ver los privilegios, para ver la opresión y luego tomar medidas para lograr un cambio real. Profundiza en tu capacidad de ver y desenredar los nudos del racismo sistémico, la opresión de clase y haz que el yoga sea accesible para todos.
En la esterilla, utilizaremos el yoga y la meditación para desarrollar la resiliencia. Fuera de la alfombra, discutiremos las formas de recuperar, transformar y evolucionar culturalmente más allá de las capas de prejuicios implícitos y explícitos.
Este curso es una posibilidad de unirse al movimiento por el cambio social y una mayor accesibilidad del yoga para todos. Aprenda a evolucionar su plataforma para informar sobre la sensibilidad en todas las intersecciones y para mover este mundo hacia la verdad y la justicia para todos.
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