Por qué las represalias nunca son la respuesta

Por qué las represalias  nunca es la respuesta

Noviembre de 2022

“La seguridad tiene que ser responsabilidad de todos… todo el mundo tiene que saber que está capacitado para hablar si hay un problema”.

Capitán Scott Kelly

Este artículo examina las formas en que la gente puede responder si surgen quejas en su comunidad y por qué las represalias nunca son la forma correcta de responder. La investigación de una denuncia ya es una situación difícil para el denunciante, los posibles testigos y la persona denunciada (el sujeto de la denuncia). Puede convertirse en una situación perjudicial cuando una persona implicada en el proceso de reclamación reacciona de forma vengativa. Por lo general, la persona o la empresa nombrada en la denuncia se vuelve hostil hacia la persona que cree que la ha denunciado. Las represalias pueden ser traumáticas para la persona que las recibe, causando un daño importante.

Sería natural que cualquier persona acusada de una infracción de la ética tuviera emociones al respecto, incluida la actitud defensiva. Si el Profesor se siente incomprendido o incluso acusado erróneamente, o si el alumno ha señalado una significativo punto ciego, estar involucrado en un procedimiento de reclamación puede ser angustioso para un Profesor. En una relación sana entre alumnos y profesores, el profesor respeta la vulnerabilidad de los alumnos. Estar enfadado con el/los acusador/es, y buscar todas y cada una de las cosas que ELLOS hicieron mal puede ser normal, pero hay que confiar en el proceso y NO actuar según esos sentimientos defensivos. La Oficina del EPS mantiene una estricta confidencialidad y nunca da por sentado que alguien sea culpable de una acusación concreta”.

Podemos recurrir al Código de Ética y Conducta Profesional del KRI para obtener orientación sobre las relaciones respetuosas entre alumnos y profesores. Además, el Código incluye descripciones claras de las represalias para que podamos reconocer más fácilmente cuándo se producen. Las represalias no sólo se desaconsejan, sino que se prohíben; un profesor que infrinja el Principio 5 del Código “No acosar ni tomar represalias contra nadie” puede sufrir consecuencias importantes.

Los denunciantes de quejas y cualquier persona que actúe como testigo en un procedimiento de queja están protegidos por la política de KRI contra el acoso y las represalias que define las represalias como

 

Esto incluiría las represalias de un profesor contra cualquier persona que haya presentado una queja o que haya sido testigo en el proceso de investigación de la misma. 

Veamos algunos ejemplos. En primer lugar, una historia sobre cómo un formador respondió con represalias cuando surgió una queja:

El tipo de represalia más común: El profesor contra el reportero

Imaginemos que Joanna es una estudiante de yoga y cree que su formador de profesores no la está tratando de forma justa. Joanna es diseñadora gráfica y el formador utiliza sus habilidades profesionales sin ninguna compensación o acuerdo claro. Joanna estaba feliz de ayudar haciendo un pequeño trabajo aquí y allá, hasta que le pidió que rediseñara su sitio web. Era más trabajo del que estaba dispuesta a hacer gratis y pidió alguna compensación por el trabajo. 

El formador le recordó que el “seva” formaba parte del curso de nivel 1 que estaba recibiendo de él. Temerosa de estropear la relación y valorando lo que estaba aprendiendo en el nivel 1, aceptó. Aun así, tras conocer el Código Ético en el manual de formación, llamó a la línea de atención de la EPS con una denuncia anónima. La situación no le parecía correcta y quería estar segura.

Cuando el EPS se puso en contacto con el entrenador para conocer su punto de vista sobre el asunto, se dio cuenta casi al instante de que Joanna debía haberle denunciado. Su reacción fue criticar duramente su práctica delante del grupo. En privado le dijo que había llegado a él en un sueño como una energía oscura. Hasta que pudiera transformar esa energía, tendría que sentarse al menos a 2 metros de distancia de todos los demás participantes en el entrenamiento. 

Joanna estaba aturdida y se sentía violada. Volvió a llamar a la línea de atención del EPS y les dio su número de caso para que pudieran añadir esta información a su anterior denuncia: “Deben haber informado a mi entrenador de mi queja. Ahora parece muy enfadado conmigo y me hace sentarme a más de dos metros de distancia de los demás. Me siento violada y condenada al ostracismo”.

El escenario que hemos descrito puede parecer una locura… Ningún entrenador haría algo así. Es cierto en la mayoría de los casos, pero cosas como esta hacen pasar. Joanna tuvo el sentido común de informar de su preocupación inicial y luego siguió cuando el entrenador tomó represalias contra ella. Para muchos este tipo de comportamiento es lo suficientemente intimidante como para no hablar por miedo a un mayor ostracismo y a perder sus conexiones con la comunidad. 

Una persona que siente que su profesor puede estar explotándola (como se cuestionó Joanna cuando hizo su primera denuncia anónima) puede evitar hablar por completo por miedo a que las consecuencias sean peores que sufrir la injusta situación actual. La gente puede tener miedo de crear un disturbio en la comunidad, de meter en problemas a su respetado profesor o de que le culpen de mentir sobre lo sucedido (asumiendo el profesor el papel de víctima, no de persona perjudicada). Cuanto mayor es la ofensa, a veces mayor es el miedo y la dificultad para presentar una denuncia.

La política de KRI contra el acoso y las represalias existe para ayudar a proteger a aquellos que han sido perjudicados o han informado de una preocupación para que se sientan seguros haciéndolo. Las represalias son una ofensa considerable, ya que causan más daño y/o traumatizan a la parte ya perjudicada. La EPS investiga estas denuncias y puede suspender inmediatamente la condición de profesor o formador del profesor en espera del resultado de la investigación. Los profesores pueden enfrentarse a graves medidas disciplinarias debido a las represalias, y pueden perder permanentemente su condición de profesor/formador de Kundalini Yoga si se demuestra que se han producido.

Tomar partido y tomar represalias

Veamos otra situación y consideremos cómo los implicados en un procedimiento de reclamación están protegidos por la política de no represalias. 

Emma, profesora y propietaria de un estudio de yoga, se entera por unos alumnos de que uno de ellos ha puesto una queja a la EPS sobre un entrenador del centro. Se pone nerviosa de que, de alguna manera, el supuesto comportamiento del entrenador empiece a causar más problemas y que el centro de yoga sufra un perjuicio económico. Emma no ha observado ni experimentado este comportamiento ni ha recibido nunca una queja sobre el profesor. Sin embargo, sin hablar con el formador ni obtener más información sobre lo sucedido, entra en pánico y lo retira de los horarios de clase y de formación sin ninguna explicación. De repente, el formador se encuentra misteriosamente fuera del horario de enseñanza. Emma se siente justificada en sus acciones porque está “protegiendo” a los estudiantes y a su negocio.

Normalmente, como en el caso de Joanna en el primer escenario, los estudiantes que hacen la denuncia podría temer una consecuencia negativa por parte del profesor al que han denunciado. El profesor en cuestión podría estar haciendo todo lo posible para cooperar en el procedimiento de reclamación. Sin embargo, la organización o la empresa de yoga podrían involucrarse y “tomar partido”. Por ejemplo, la dueña de un estudio puede decidir apoyar al entrenador y condenar al ostracismo a los alumnos que vea que intentan manchar la reputación de un profesor popular. Un líder puede sentir una profunda presión para apoyar a uno u otro bando.

En lugar de tomar “partido”, una mejor estrategia para Emma habría sido permanecer imparcial y comunicarse directamente con EPS para aclarar la naturaleza y la credibilidad de la queja. A continuación, infórmese de cómo podría ayudar en su proceso de investigación, y pida consejo sobre cómo hablar con el formador y/o los estudiantes, y cualquier otra acción que pueda llevar a cabo que sea útil para un proceso justo.

Dependiendo de la naturaleza y la gravedad del comportamiento denunciado, la EPS podría perfectamente haber pedido a Emma que hiciera exactamente lo mismo que hizo en cuanto a suspender al formador del horario de enseñanza hasta que se completara la investigación. Pero las suposiciones de Emma fueron prematuras y no discutió el asunto en absoluto con el profesor ni con EPS. Sus acciones y su inacción (falta de comunicación) complicaron la situación. 

“El silencio es violencia”

El ostracismo o “el tratamiento de silencio” es un ejemplo de represalia que puede ser extremadamente perjudicial. Al igual que el rechazo, el ostracismo se produce cuando una persona, organización o grupo intenta vengarse del denunciante con la intención de castigarlo o perjudicarlo, excluyéndolo del grupo, de los eventos y de las comunicaciones. El ostracismo puede ser increíblemente perjudicial para la autoestima y aumenta la probabilidad de depresión y suicidio. Es un problema muy grave, ya que no sólo perjudica a la persona condenada al ostracismo, sino que contribuye a una cultura en la que la gente tiene miedo de hablar sobre las quejas o los comportamientos problemáticos.

Según el Código Ético, si el profesor o formador de profesores que es objeto de una denuncia toma represalias contra el denunciante, se arriesga a perder su credencial de profesor o formador de profesores en KRI.

El objetivo principal de cualquier política de no represalias es proteger a los reporteros. Para la mayoría de la gente es muy difícil presentar una queja formal – especialmente contra un profesor, líder o entidad respetada – por miedo a las repercusiones sociales y a las represalias del profesor. La política ofrece a los informadores la garantía de que pueden presentar su preocupación de forma segura y de que existen protecciones contra tales represalias y/o acoso.

Supongamos que se presenta una denuncia

En la historia del mundo, nadie se ha sentido nunca feliz de que se presente una queja formal contra él, especialmente cuando se le acusa de mala conducta o de causar daño a otra persona. La Política contra el acoso y la no represalia existe porque los profesores pueden sentirse enfadados, ansiosos y/o injustamente señalados por las acusaciones. En ese estado puede ser fácil hacer juicios apresurados sobre quién podría haberse quejado y por qué, y sentir el impulso de vengarse de alguna manera. Saber que hay consecuencias por actuar según esos impulsos (es decir, daño a otros, perturbación de la comunidad y posible pérdida de su credencial de profesor de KRI y/o de formador de profesores) es un elemento disuasorio útil. Las represalias son un asunto lo suficientemente serio como para que, si se recibe una denuncia creíble de represalias, ese profesor pueda ser suspendido inmediatamente mientras dure la investigación del asunto y a la espera de su resultado.

La labor del EPS es llevar a cabo una investigación exhaustiva y justa de los hechos. Durante ese tiempo, el sujeto de la denuncia (parte acusada) debe abstenerse de acercarse o ponerse en contacto con cualquier persona que conozca o considere que es el informante de la preocupación o que pueda ser una persona que proporcione información (es decir, un testigo) para ayudar en la investigación. 

También se pide a los profesores que respeten la confidencialidad del proceso de reclamación y se abstengan de comentar el asunto con otras personas. Con o sin el conocimiento del Profesor, otros podrían dirigirse a la persona que se cree que es el Reportero. Los denunciantes de mala conducta han sido acosados, condenados al ostracismo e incluso amenazados por miembros de la comunidad que creían que un profesor era incapaz de cometer la supuesta mala conducta. Esto ha ocurrido incluso cuando el profesor ha reconocido la conducta y el daño causado y está cooperando con la EPS en un proceso de resolución. Esta intimidación por parte de otros es doblemente traumática. Por esta razón, si alguna vez es objeto de una queja, ya sea justificada o no, sea respetuoso con el proceso y con todas las personas implicadas, incluido el informador. Mediante la cooperación y la comunicación de información durante la investigación y el procedimiento de reclamación de la EPS, se conocerá la verdad.

Referencias:

Código de ética y conducta profesional de KRI